"Eran muy jóvenes, con aspecto de estudiantes. A él le calculé dieciocho o diecinueve años. Ella era sólo un poco más joven, y muy guapa, con tejanos y piernas largas.Parecían discutir, molestos por algo, y cuánto más sonreía él más enfadada parecía ella. De pronto él hizo un gesto para besarla, y ella apartó la cara, alejándose con brusquedad.
La palmaste, compañerto, pensé para mis adentros. Pero me equivocaba. Oí cómo el chico la llamaba: Marisa, Isa o algo parecido. Entonces ella se detuvo a pocos pasos, se volvió, y no sé lo que le vería en la cara; pero caminó de nuevo hasta él, y se abrazaron, y empezaron a besarse con tanto apasionamiento como si fueran comerse los higadillos. Y él retrocedió hasta apoyar la espalda en la pared, y ella lo empujaba sin dejar de ebsarlo, y se dieron doscienos besos en minuto y medio, o a lo mejor fue sólo un beso desaforado y magnífico que duró minuto y medio, vaya usted a saber. Y dejé la amigo Durrell sobre mi mesa y me los quedé mirando francamente, sin reparo alguno, fascinado por la maravillosa escena. Y una señora que estaba con su marido en la mesa de al lado, interpretando mal mi mirada, se volvió hacia mí y comentó " qué poca vergüenza", creyéndome tan escandalizado como ella de los mordiscos que se atizaban los jovencitos. Y entonces solté una carcajada que la dejó, me parece, un poco perpleja; y me estuve riendo así, en voz alta, un poco más todavía, sin poderme aguantar aquella alegría insolente y vital que me sacudía el cuerpo, mirando a los jóvenes que seguían a lo suyo. Me habría levantado en ese momento para ir a darles, a mi vez, un beso a cada uno, de no tener la certeza de que iban a entenderme mal. Así que me quedé sentado, claro, viendo cómo por fin se iban agarrados el uno al otro por la cintura, besándose todavía de vez en cuando. Y les dediqué un largo sorbo de Tio Pepe. A vuestra salud, Isa, MArisa, o como te llames, pensé. Porque un día dejaréis de besaros, o besaréis a otros. O ya no os besará andie, y seréis imbéciles de corazón seco como aquí mi vecina la beata Grewgoria. O tal vez os rompáis la crisma en una carretera, o se os lleve un cáncer a los cuarenta, o a lo mejor no. Y la vida, que es muy hija de puta, os traerá de aquí para allá, y os dará unas cosas y os quitará otras, y vete tú a saber. Pero lo que nadie podrá quitaros es que esta mañana gris la habéis pintado de calor, y de ternura, y de ganas de comeros el alma el uno al otro. Y ese momento, vive Dios, ha sucedido y ya no os lo podrá arrebatar nadie. Y cada día, cada hora en que aún podáis besaros así, antes de que llegue cualquiera de los miles de finales que os aguardan, es una victoria arrebatada al azar absurdo de la muerte y de la vida.
Así que anda y que te jodan, vida, me dije. Y aún sonreía cuando abrí de nuevo Justine y seguí leyendo"
Arturo Pérez Reverte
Me ha encantado!!! y tiene toda la razon, hay que disfrutar cada momento del dia porque nunca se sabe lo que puede pasar...
Escrito por alyssa a las Junio 20, 2004 03:22 AMxD yo flipando mientras lo leía pensando "joder q bien escribe coño" y veo al final lo de arturo perez reverte xD Weno pero iwalmetne me ha encantado claro xD
Escrito por gorkamorka a las Junio 20, 2004 04:09 PMlo mismo digo ;)
Escrito por mon a las Junio 20, 2004 04:13 PM